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Troisième extrait du livre de Juan Gutierrez. Juin 2008.

Les Giménologues ont effectué quelques corrections orthographiques et de forme par rapport à la publication originale et ont laissé de côté quelques courts passages qui contenaient des redites.

La revolución y las colectividades en Alhama de Granada

 
Juan Gutierrez
Auto-édition septembre 2007

Camino de Alhama por las cuestas de los Molinos, años sesenta.

 
 
 
 
Troisième Extrait choisi[1] par Les Giménologues fin juin 2008
 

 

Revolución y guerra en Alhama de Granada 1936-1937

 

 
1° El levantamiento de los militares el 18 de lulio de 1936 y la resistencia de Alhama, con todo lo que pasó encuanto a las colectividades, las milicias Faistas, los bombardeos, hasta la toma de Alhama por las fuerzas de Queipo de Llano ocurrida los días 22 y 23 de enero de 1937.
 
2° Segunda etapa, La Corría, como se le llamó y todos nosotros la conocimos, con todas sus peripecias, sufrimientos, el frío, la nieve, los malos caminos, las malas noches, el miedo a que te cogieran los “fachas”, los bombardeos, los barquillos ametrallando a la población civil desde las playas, las muchas lluvias que caían sin parar, la gente que se ahogaba en los ríos crecidos. Hasta llegar a nuestro destino, el pueblo que nos acogió como refugiados de la provincia de Granada, conocido con el nombre de Baza, y en él estaba el gobierno civil de dicha provincia de Granada. [...].
 
 
Alhama y la Revolución.
 
En los primeros días de la revolución a Alhama llegaron unos desconocidos con ropa de milicianos y según el que los mandaba iba vestido de Capitán republicano y se llevaron con engaños al dirigente de las juventudes socialistas y en Zafarraya lo asesinaron. Era conocido por el apodo de “el señorito”, parece ser de que su nombre era Rafael Cacero Arenas [...].
Las noticias que se conocían en el pueblo eran de que estos “sospechosos indivíduos”, según, su versión era llevarlo a Málaga ¿como hicieron noche en Zafarraya ? ¡misterio !
[...] Alhama se encuentra a 70 kilómetros de Málaga, y el caso es que hicieron noche en Ventas de Zafarraya (que se encuentra a 10 kilómetros de Alhama) y aquella madrugada asesinaron a este joven. El chófer se escapó porque al sentir los tiros se tiró por una ventana ¿ Quién era aquel capitán ? Misterio. Y como se iba a poder ganar aquella guerra, si los republicanos tenían traidores por todas partes ?
 
Comentarios a las fotografias :
 
Foto 1 : Estos molinos de harina que marchaban por medio de la fuerza del agua del río Alhama son los molinos en cuestión y que uno[2] de ellos estuvo colectivizado. Del 19 de julio 1936 que se empezó a preparar, hasta el 22 de enero 1937 que el pueblo tuvo que salir de “estampida”, en el molino había 14 operarios y todos trabajaban. Ya no tenían amo (patrón), para que lo querían, pues cuando lo había era el “zángano” de la colmena. Este molino solo, producía más harina que todos los otros. Pues los otros sus dueños que no se quisieron marchar, los quisieron seguir trabajando como antes. Nadie les puso per’ros, pero no tenían que explotar a los demás. Si este molino lo colectivizaron fue porque el dueño se marchó con los sublevados. El dueño se llamaba Don Paco Larios Trascastro.
 
Foto 2 : En este castillo que marcamos con una C, hubo las milicias Faistas [...]
 
Foto 3 : Aquí marco con una X la casa en la cual los obreros instalaron la colectividad y con una T el teatro Cervantes, el cual lo tenía en gerencia un tío de mi patre llamado Manuel López. Había en este mismo edificio una taberna y la cual se ocupaba también el tio Ajuanula como le decían por apodo. Ni que decir tiene de que en dicho teatro se representaban ya en Republíca obras revolucionarias y demás, pues seguramente todo esto los fachas lo tuvieron en cuenta y nuestro tío Manuel Lopez (Juanula) lo tuvieron preso mucho tiempo, mismo que tenía una edad ya avanzada y tambien conoció la famosa cárcel de Burgos, una de las más terribles y que era raro de que ningún preso condenado por el regímen de Franco se haya escapado de pisarla.
Unos días después de ser ocupada Alhama, se produjo un incendio en dicho teatro, pues las fuerzas que invadieron el pueblo se instalaron allí. Eran los moros de Marruecos los “legionarios” que Franco contrató para combatir a la “canalla comunista” ! según el periódico Ideal del 23 de Enero 1937[3] (sin comentarios) !
 
 
Alhama quedó en poder de la Revolución en unas horas, o sea que no teniendo ninguna fuerza militar, solo un puesto de guardia civil de unos cuantos números y con una población de unas 10.000 almas (con más del 80% de obreros), los pocos fascistas que no pudieron, o no quisieron, huir a la capital a la zona “rebelde”, el pueblo los metió en la cárcel y entre ellos algún cura - que dicho sea de paso, no era oro todo lo que relucía - pues uno de estos curas conocido con el apodo de “el Curilla”, debajo de la sotana llevaba una pistola en lugar del crucifijo.
Al otro día de haber sofocado dicha sublevación provocada por los rebeldes, el pueblo, es decir los trabajadores, implantaron el “comunismo libertario autogestionario”. Los obreros estaban organizados en los dos sindicatos que existían, la C.N.T. y la U.G.T[4], el primero apolítico, y el segundo político pues servía de correa de transmisión del partido Socialista. No obstante los obreros estaban unidos. En seguida crearon un consejo campesino presidido por Lucas Gutierrez Lopez (mi padre) y organizaron las colectividades de las tierras y un molino de harinas, propiedad de D° Paco Larios (huido con los fascistas).
También organizaron un batallón de milicias con el nombre de “Batallón Granada”. Dicho capitán era primo hermano de mi padre y se llamaba Lucas Gutierrez Lopez (como mi padre) ; los dos tenían el apodo de “perrutes” por venir el dicho sobrenombre de los abuelos. Así que a mi padre lo conocián por Lucas “el chófer” debido a que tenía un camión, y más tarde un coche de punto.
Como digo el “Batallón Granada” tenía 950 hombres, todos de Alhama, y de aquellos pueblecitos de los alrededores tal como Jatar, Fornes, Arenas de Rey, Cacin, Santa Cruz del Comercio y demás. Dicho Batallón lo veíamos nosotros los chiquillos hacer la instrucción cada mañana en el Paseo del Signe (centro de Alhama). Hacían la instrucción vestidos con la misma ropa de campesinos, el clásico pantalón de pana color rubio ; todavía no tenían ropa de milicianos y menos aún armas[5].. Mientras las milicias esperaban impacientes el dicho armamento para defender a la Republica, los” comunistas” se presentaron una mañana armados hastas los dientes para deshacer la colectividad que los obreros alameños habian creado
Habían unas milicias de la FAI y juventudes socialistas más que bien armadas. Me acuerdo de que una mañana temprano nos despertó el ruido de un convoy de milicianos procedentes de Málaga con dirección a Granada (diré que nuestra casa la puerta de entrada daba a la carretera que sale de Alhama a Granada). Yo no me acuerdo exactamente la fecha pero si sé de que estabamos en verano, o sea que hacía buen tiempo, según mis calculos podría ser sobre los últimos días de julio 1936 y los primeros de agosto 1936. Debido a que algunas semanas después, mis padres se cambiaron de domicilio para irnos a vivir a la casa de un rico que se había quedado vacía, pues sus dueños que eran fascistas a más no poder se escaparon a Granada que estaba en manos de las fuerzas rebeldes. Y fué en dicha casa, en la calle Salmerones en donde el consejo campesino de Alhama puso la “colectividad”. Lo primero porque se quedó vacía y también por ser, sino una de la más grande, una de las mejores adecuadas para dichos menesteres, y para que mi padre que lo pusieron como responsable para distribuir las mercancias estuviera sobre plaza, el consejo campesino le aconsejó que se instalara allí.
Pues nosotros vivíamos en el barrio de la Joya[6], bastante distanciado del centro del pueblo, en una casa perteneciente a mi abuela paterna (al abuelo no llegué a conocerlo por haber fallecido ya de tiempo). Fue en este barrio conocido con el nombre de la Joya y en casa de mi abuela Encarnación, la Juanula, en donde nacieron mis dos hermanos y yo[7].
Como digo por nuestra casa empezaron a pasar un cordón de camiones cargados de milicianos que según las noticias después que terminaron de pasar, habian salido de Málaga aquella mañana al alba e iban dispuestos a tomar Granada [...]. Yo me acuerdo que iban muy contentos cantando unas canciones muy populares que se escuchaban muy frecuentes en aquellos tiempos y que decían así :
 
 
Málaga es la que levanta
El grito de la humanidad
Levantaremos nuestras armas
Por la revolución social.
 
 
No queremos la guerra
Luchemos por la paz
Cantemos todos juntos.
La revolución social
 
 
El comunismo hemos de implantarlo
El comunismo es nuestra salvación
Luchemos todos como hermanos
 
 
U.H.P, U.H.P Revolución.(Unión de Hermanos Proletarios).
 
 
AquÍ tengo que señalar de que el comunismo de que se hablaba en aquellos tiempos era el Comunismo Libertario. El comunismo autoritario y del que Franco se benefició tanto, ese vino después. En los primeros momentos de la Revolución, no existían. Fueron los “estalinistas“ que nos lo trajeron para mal del pueblo español [...].
También recuerdo que aquellos milicianos iban con unos pañuelos al cuello color rojo y negro y los gorros eran tambien del mismo color [...]. Yo no puedo detallar exactamente el número de canciones, pero si me acuerdo de que eran muchas.
Cuando terminaron de pasar todos los camiones cargados de milicianos pertenecientes a alguna columna, no puedo asegurar de que fuera la columna de Maroto, lo que si sé, es que dicha columna actuaba por aquel sector de la provincia de Granada[8].
El caso fue que cuando los últimos camiones terminaron de pasar, se empezaron a sentir unos zumbidos muy fuertes, como cuando hay tormentas y dán esos truenos tan exagerados. Me acuerdo de que yo estaba jugando en la calle con mi hermano Francisco, más pequeño que yo, y con otros niños y al sentir aquellos zumbidos tan fuertes una vecina nos entró en su casa por estar más cerca que la nuestra. Las bombas calleron algo más abajo entre los “cortijillos” y el puente de los baños, pero parecía de que el techo de la casa en la cual nos acogió nuestra vecina Juana (la de Jaspes), se quería caer encima de nosotros. Luego que se terminó el bombardeo, empezaron a subir coches con heridos y demás hubo mucho alboroto por parte de la población civil, pues aquello no se conocía, era la primera vez que alli caían bombas.
 
Tengo que dejar sentado que en Alhama no había hospital, solo consultorio en donde se podía hacer las primeras curas, y para las más graves tenían que ir a Graná (Granada). Este fue el caso de algunos heridos, entre ellos iba uno que le llamaban Bocaladea y como digo, en vez de curarlo en el Hospital de San Juan de Dios, adonde los llevaron, los eliminaron. Estos hechos tan bárbaros y nada de humanos y muchas cosas más se sabían en Alhama lo que estaban haciendo los “Fachas”, en la zona que iban ocupando, tal como los moros abusaban de las chicas jóvenes y despues las pelaban y luego las “degollaban”. Pues Franco les había dado carta blanca y aquellos moros venían “fanatizados”, tanto que creían que si morían en España, luego resucitaban en Marruecos.
[...] ¿Como en Alhama se sabía todas las atrocidades que los fascistas estaban cometiendo en la capital ? Pues por las muchas personas que estaban llegando cada día huyendo de la “quema”. Alhama fue un punto estratégico que concentró mucha fuerza y si Queipó de Llano hizo todo lo que estuvo a su alcance para tomarla cuanto antes, era porque los tenía muy preocupados “a los Fascistas” debido a que Granada no la tenían muy segura en tanto que Alhama estuvo en poder republicano. Alhama acogió a muchos refugiados que se pudieron escapar de las “garras fascistas”, familias enteras llegaron a Alhama y mucha población civil. Y el consejo campesino, las fueron instalando en donde buenamente pudieron. En mi casa mis pades acogieron a una muchacha de Cijuela, jovencita, que luego vendría a ser tía nuestra[9]].
Es la razón por la cual que cuando se supo que las fuerzas de Quiepo de Llano venían dispuestas a tomar Alhama, en los barrios obreros no quedó ni una rata. El barrio de la Joya se quedó vacío, las calles Bajas, el Tejar, el Carril, la puerta Graná, las cacillas, el portillo, la callecilla y un gran etc.
Se quedaron los pocos caciques que había. Pues la mayoría se fugaron al estallar el “movimiento” y tambien hay que decirlo, las personas mayores y algunas aisladas, como fue el caso de mi abuelo materno, que debido a su avanzada edad y el estado de su familia, tres mozuelas y un varón jovencito, dijo : “que sea lo que dios quiera !” Y se quedó. Tambien se quedaron esa clase de gente que aprovechan estas ocaciones para medrar : pues “a rio revuelto”..... A estos los podríamos llamar los Sanchos Panzas, aunque pocos, y después claro esta, salieron los nuevos ricos : pues “no hay mal que por bien no venga”. De estos fue un tal Lucas Perrute que vivía en Santa Cruz del Comercio y tenía una taberna en un sitio llamado Los Claveles. Teníamos noticias de que no lo pasaba muy bien que digamos, pues era también familia de mi padre[10]. Pues esta persona cuando volvimos de la zona republicana no estaba más en los Claveles en Santa Cruz, el buen señor se había instalado nada menos que en la placeta, en una taberna en el centro del pueblo. Como se las arregló ? Misterio, lo cierto es que se quedó con los nacionales (o sea con los fachas) y ya marchaba sobre ruedas, pronto se compró un camion y luego una huerta y los hijos más tarde se paseaban con coche propio, y ya tenía obreros que esplotaba ¡Para eso nos provocaron aquella “Maldita guerra”, para que los unos viniéramos en la miseria y los otros se enriquecieran.
 
Cuando se produjo el primer bombardeo en el puente de los baños, como es natural, cuando ocurren estos acontecimientos produce un pánico terrible, sobretodo en la población civil. Entonces la persona que tenía la responsabilidad de la carcel, al ocurrir aquello del bombardeo, la primera cosa que hizo fue abrir la puerta de la cárcel, en la cual había algunos caciques y tambien algun cura. Al conocer la noticia, el pueblo en maza reaccionó y salió a buscarlos. Unos se escondieron en la calle “Llana”, en casas de ricos claro estad, y otros salieron por el campo, en los “Encerraderos”. Dire que allí pasó como en Fuenteovejuna : todos a una (obra de Lope de Vega).Yo me acuerdo de que salió todo el pueblo por aquellos campos buscando a los presos que se habían escapado ; entre ellos había cuatro curas. Hubo algunos heridos y tambien algun muerto. En lo que toca a los obreros estaban desarmados, algunos tenían algunas escopetas de aquellas de un cañon y la mayoría con palos y lo que les pillaba a la mano.
Algun tiempo después, no puedo recordar la fecha, Alhama fue otra vez bombardeada y cosa curiosa, esta vez fue la aviación republicana la que vino a echarnos unas bombas. Recuerdo que fue allá sobre la tarde, entre las cuatro o cinco de la tarde, eran 9 pavas (aviones de bombardeo). Entonces mis padres se habian trasladado a la Calle Salmerones, en el centro del pueblo, y yo estaba jugando en la plaza del Carmen junto a la iglesia del mismo nombre, con unos primos mios, hijos de mi tia Sanpedro que vivian alli, y al sentir el ruido de aquellos aeroplanos su madre vino a buscarnos y nos metimos en unas habitaciones que esta casa tiene bajo el Tajo, hasta que se fueron.
Esta cuadrilla de aviones, que como digo eran 9, el que los mandaba era un “Facha” camuflado, y la misión que tenía era de ir al frente de Loja, que ya había caído en poder de las fuerzas de Quipo de Llano, pero les dió la orden de tirarlas en Alhama, que seguía fiel a la República. Las bombas las tiraron en un sitio llamado El Cerro Pae (Padre) Cura, bastante distanciado del pueblo. Esto quiere decir que no hubo que lamentar ninguna victima humana.
Se tuvieron noticias de que aquel elemento fue descubierto, pues los aviadores notaron sospechas y por eso decidieron tirar las bombas por aquellos cerros.
Yo seguía vivendo con mis padres en la calle Salmerones, en una casa que su dueño como era un “facha”, se fugó a Granada, como otros muchos. Este individuo se llamaba Paco Velazco (Francisco) y fue en esta casa en donde el consejo obrero Campesino, decidieron implantar la colectividad agrícola. Y de que fuera mi padre el que se responsabilizara, en tanto que secretario de dicho consejo[11]. [...]
Tengo que señalar de que a mi y a mi hermano Paco no nos hizo ninguna gracia el cambio porque perdimos a los amigos que teníamos en la Joya : los niños del Borrucho, otro como yo que se llamaba Juan, los niños de Orejillas, José, también como yo, su papa era cabonero, otros niños de Claudio, los de la Bonita, Juanito, todos estos chiquillos habitábamos en el mismo barrio, la Joya, casa arriba casa abajo.
En cuanto a nuestro nuevo domicilio[12], lo que se llama niños no había. Así que nos pasabamos el tiempo por esta casa que era imensa. En los pisos superiores, pues los bajos era en donde habían acumulado todas las mercancías, tanto cereales de todas las clases, aceites (de oliva), claro está, las matanzas, etc...y como mi padre estaba allí de guardia cotidianamente, pues no nos dejaba salir.
 
Lo único que podíamos hacer era asomarnos a los balcones y desde allí observábamos todo lo que pasaba cada mañana. En el paseo, veíamos a los hombres haciendo la instrucción en el paseo sin el uniforme de miliciano, o sea con la ropa que cada uno vestía de paisano. Quiero aclarar que en aquellos tiempos los trabajadores que se ocupaban de las labores del campo, y estos eran la mayoría, vestían el clásico pantalon de pana. Desde estos balcones observabamos nosotros los chiquillos todos los movimientos que se desarrollaban.
No lejos estaba el castillo, construcción árabe ; allí se había instalado un batallón o centuria de la FAI y gracias a dichos milicianos los miembros del consejo obrero (los responsables) pudieron salvar el pellejo, entre ellos estaba mi padre, pues la colectividad intentaron asaltarla por un grupo comunistas-estalinistas, pero por esta vez “les salió la Moza respondona” como se suele decir.
Los hechos se desarrollaron de la siguiente forma : una mañana, aprovechando de que el consejo campesino se encontraba reunido en el Ayuntamiento de Alhama[13], se presentó una milicia militarizada “comunista” procedente de Málaga y rodeó el Ayuntamiento con el propósito de fusilarlos a todos allí.
Mi madre, cuando llegó la hora del almuerzo[14], empezó a inquietarse y finalmente volvería mi padre a casa al oscurecer, cuando se terminó todo gracias a aquellas milicias Faistas que intervinieron y pudieron sofocar el que aquel grupo de comunistas estalinistas que según decían habían llegado de Málaga puramente con la intención de deshacer la obra de aquella colectividad y que el pueblo trabajador había puesto todo su empeño en construirla y organizarla.
También intentaron aquellos comunistas mandados por un tal Montes (dicho elemento se presentaba en nombre de la FAI) [...] de utilizar la cárcel para meter en ella a todo aquel que se opusiera a su plan o sus planes. Prueba de ello que entre los que encerraron, unos pocos, había un hermano de mi padre, el más joven. Pues la intención (o las ordenes que traían desde Málaga) [...] era de deshacer las colectividades, tanto agrícolas como harineras, porque entre los molinos el más grande, o el que tenía más operarios, también se puso en colectividad, y fue el que más producía, después de que los mismos obreros modificaron la maquinaría debido a que era antigua.
A mi tío Paco (Francisco) lo metieron en la cárcel porque se negó a darles a aquella gente (los comunistas) unos jamones, pues mi abuela paterna tenía una tienda de ultramarinos en la calle Fuerte, en Alhama, y el que depachaba era mi tío Paco[15].
 
Mientras tanto seguíamos habitando en esta casa, por las circunstancias casa incautada, y desde los balcones prensenciábamos muchos acontecimientos que se iban desarrollando día a día. Por ejemplo en Alhama había un cañon del 15 y medio y que lo veíamos pasar todos los días por la calle del Sirso, abajo y prolongación de la calle Salmerones, es decir, por nuestra misma puerta, hacían el recorrido cotidiano todas las mañanas a media mañana poco más o menos.
A nosotros los chiquillos aquello nos divertía y siempre estabamos en el balcón a la cita. Había algunos días que el cañon llevaba la boca destapada y entonces la gente comentaba y decía de que “había moro en la costa”, o sea de “que daba mala espina”, quiere decir que había alguna alerta de algo y por eso había que estar preparados.
Aquel cambio a nosotros los chiquillos no nos fué mucho de nuestro agrado que digamos, pues es verdad que la casa era grande, pero allí no teníamos a otros niños para jugar, siempre allí metidos en la casa como una cárcel [...]. Y hasta dejé sobretodo, yo que era el más grande, de ir ala escuela, pues ya había empezado a ir a los párvulos, esto quiere decir que a mis amigos de la Joya ya no nos pudimos encontrar más, pues después cuando tuvimos que correr, fue la desbandada y “todo se quedó en aguas de borrajas” (en nada).
 
Quiero contar el caso de un cura, hijo del pueblo llamado Juan Castillo, y esto requiere punto y aparte, pues ya he explicado algo de que en Alhama mataron a cuatro curas, como se suele decir “a río revuelto ganancia de pescadores”. También quiero señalar de que a uno lo vimos pasar por nuestra puerta en el bario de la Joya camino del cementerio. Pero también quiero dejar sentado de que uno de estos curas, conocido con el apodo del “curilla” (debido a su poca estatura) de debajo de la sotana en vez de llevar un crucifijo, llevaba una pistola del nueve largo y en los años del Bienio Negro, o sea en el 1933-34 cuando mandaron las derechas, hasta amenazaba a la gente cuando a el se le antojaba. Don Juan Castillo, sacerdote nativo en Alhama, era de una familia hacendada. Sus padres tenían una posición holgada y quisieron que su hijo fuese cura. No obstante era un hombre lo que podríamos llamar un buen cristiano viejo. El se ocupaba de su Iglesia y nada más, y si alguién lo solicitaba para algún servicio, allí estaba Don Juan Castillo.
Prueba de ello es que al estallar el “movimiento” el 18 de julio 1936, elsequedócomocualquier otro ciudadano. Entonces fueron los responsablesde los sindicatos y demás quienes le aconsejaron que se vistierade paisano [...] y que se retirara a la Huerta de Cañon, propiedad de su familia. Y nadie se metió con el para nada.
Aquí quiero contar una anecdota que me contó un tío mio, Manuel Espejo Lopez, “Mamiso”, primo hermano de mi padre y que por aquello del azar tambien tuvo responsabilidades en cuanto a la colectividad del molino de harina de Don Paco Larios. Pues el tío Manolo, como lo llamabamos, se ocupaba de intercambiar las mercancías (en este caso la harina ) con la zona de Málaga[16]. Pues mi tío le debe la vida al dueño de dichos molinos y que además era en aquellos momentos el jefe de Falange y su patrón lo quiso avalar no obstante, como el me contó varias veces, estuvo con la “pella en el culo” , (con mucho miedo) como se suele decir. Y es que en aquellos momentos la vida de los republicanos estaba pendiente de todos aquellos fachas, y si querían te mandaban al cementerio, sin más ni más ; y si al contrario te avalaban, ya le podías dar gracias a dios, y entonces ya quedabas esclavo de esta persona[17].
Ahora quiero venir a Juan Castillo, sacerdote. Don Juan Castillo ejercía en sus oficios religiosos en la Iglesia del Carmen, entre los tajos y el castillo. Aquella mañana cuando se tuvo la noticia de que los militares se habían levantado[18],Don Juan Castillo se preparó como cada día a celebrar los oficios religiosos y cuando llegó a lo hondo de la calle Salmerones, un poco antes de llegar a la iglesia del Carmen un tío mío que trabajaba allí despachando harina, al verlo , después de saludarlo le preguntó : ¿pero Don Juan, usted no esta informado de la noticia esta mañana ?”. A su repuesta negativa fue mi tío y lo invitó a tomar una copa de aguardiente en una taberna que había al lado, y que el dueño pertenecía a la CNT. Entonces lo estuvieron informando de los acontecimientos, y como ya he comentado más arriba, se marchó a su casa al campo y a este hombre no le pasó nada, pues aunque era cura era un hombre muy querido por los medios obreros.
 
 
La guerra civil en la comarca de Alhama.
 
En nuestra comarca, las formas externas de la “revolucion social” alcanzaron costas importantes, tanto en lo que se refiere a los intentos de organización colectiva de la producción, como en el ataque a la Iglesia, pasando por instruir batallones milicianos símbolos de una nueva forma de entender el Ejército. Convendría, no obstante, no olvidar que la presencia de voluntarios anarquistas malagueños en la zona, y el permanente contacto en vanguardia con el enemigo extremaron algunas de las actuaciones contra los considerados ideologícamente desafectos a la República.
 
Alhama de Granada y el comité revolucionario : estuvo compuesto, entre otros, por los hermanos Andrés y Antonio Pelaez Navarrete ; el dirigente de las Juventudes Socialistas Rafael Cacero Arenas y el de las Juventudes Libertarias, Juan Ramos Trescastro. Paralelamente actuó un Consejo obrero campesino dirigido por Francisco Peña Palacios, de la UGT, que llevó a cabo asentamientos de trabajadores en las tierras de propietarios de derechas, huidos o encarcelados, así como incautaciones de cosechas con el asesoramiento del Comité de incautaciones presidido por el también ugetista Lucas Gutierrez Lopez. En contacto permanente con los mismos, el alcalde Juan Miguel Perez Larios, en 1936, diputado provincial por el PSOE, desenpeñó el labor de encuadramiento del Batallón Granada, del que fue nombrado Comisario. El Capitán de dicho Batallón Granada era Lucas Gutierrez lopez, primo hermano de mi Padre, lo cual vivía en una huerta en el río abajo cerca de Santa Cruz. Y también quiero agregar de que ya en guerra actuando en el frente de Jaén accedió a Comandante.
La persecución a la Iglesia, el anticlericalismo inconoclasta quedó patente en Alhama. La iglesia parroquial fue utilizada como refugio, la iglesia del Carmen como sede de la Casa del Pueblo y escuela laïca. Fue incendiado el convento de San Diego y se dedicaron para vivienda las Ermitas de los Remedios, Angustias y Virgen de la Peña, Varios.
En la ámplia zona del sur y suroeste de la provincia de Granada (que comprende las comarcas de Loja, Alhama y Motril, y que quedó imediatamente en zona republicana gracias a las penetraciones de las milicias malagueñas y almerienses), Alhama se convirtió desde finales de julio de 1936 en una base de operaciones de milicias faistas malagueñas, y Cuartel General de milicianos socialistas granadinos, en suma en un foco de irradiación revolucionario que afectaría a toda la comarca.
 
Ejército Republicano en la Comarca :
Tras el repliegue de las fuerzas malagueñas posterior al fracaso de la ofensiva sobre Granada, el dispositivo defensivo de los republicanos era escaso y mal organizado. Contaba con
- dos compañías (una de ellas de milicianos) con dos ametralladoras en Ventas de Zafarraya.
- 200 milicianos a caballo de Agron (La caballería de Agron)
- dos compañías (una de milicianos), 200 combatientes de la FAI (Federación Anarquista Iberica)
-Un Batallón de 950 hombres en período de instrucción y sin armamento.
 
 
[Fin de l’extrait]
 

Les Giménologues, 27 juin 2008



[1] Nous avons effectué quelques corrections orthographiques et de forme par rapport à la publication originale et avons laissé de côté quelques courts passages qui contenaient des redites.
[2] marcamos con una “M”
[3] Señalamos de que un Diputado de derechas en el congreso de los Diputado,s conocido con el nombre de Calvo Sotelo, declaraba en una de las secciones, en la segunda República, de que en toda España había unos treinta mil “comunistas”
 
[4] Confederación Nacional del Trabajo y Unión General de Trabajadores
[5] Por eso cuando las fuerzas de Queipo de Llano tomaron Alhama, encontraron muy poca resistencia, dichas tropas compuestas de regulares (moros), militares, milicias falangistas, requetes y otras hierbas
[6] El barrio de la Joya es una construcción que esta hecha al final del siglo XIX y fue en vida del rey Alfonso XII de los Borbones, por aquellos tiempos hubo unos terremotos y a consecuencia de los fuertes seismos se cayó una gran partida del pueblo viejo. Hubo víctimas y muchas provincias de España ayudaron a construir un pueblo nuevo en unos terrenos bajos del pueblo de Alhama, conocido como “El Hoyo” y de aqui a dicho barrio se le denominó “La Joya”.
[7] en aquellos tiempos no existian maternidades y ni mucho menos comadronas
[8] Remarque de Miguel Amoros : “La Columna Maroto se formó en Alicante, no en Granada. Es más, los militantes granadinos eran casi hostiles a los malagüeños”.
[9] pero esto requiere puto y aparte. Ya tendré oportunidad de hablar de ella
[10] pues entonces en Alhama todos los Perrutes eran parientes
[11] ¡Ay, ¿Quién nos iba a decir a nosotros de que lo íbamos a pagar tan caro el que mi padre tuviera sus ideas “liberales” ? Pues no solo lo pagó con su vida, que ya no es poco, sino que hasta repercutiera aún con sus hijos. Aquellos Caciques matones tenían el brazo tan largo que aún pudieron perseguirnos y hacernos mal ya estando en Valencia años más tarde.
[12] que era el centro del pueblo, en donde vivían los ricos (los caciques) y como se marcharon todos, y los que no en la cárcel
[13] los principales miembros eran unos 18 o 20, más o menos
[14] comida del mediodia, que por lo regular era costumbre de almorzar entre las dos y media de la tarde
[15] como he dicho era el más joven y estaba soltero y era el que estaba en la tienda ; tampoco se metió en nada y puede ser que por eso salvara el pellejo, pues a los otros dos mayores, Pepe (José) y Lucas, mi padre los afusilaron [los fachas]. Esto quiere decir de que a mi abuela de tres hijos le mataron dos, los (Buenos),”los fachas”.
 
[16] Diré de que este hombre muy inteligente y culto todavía vivía años atrás en la provincia de Lérida (Cataluña) y muchas cosas de las que hoy sé, se las debo a él pues he tenido la oportunidad de visitarlo muchas veces desde aqui, en Ariège
[17] Este fue el caso de mi padre y un amigo suyo llamado Juan de dios el Espatarrao : pero esto ya vendrá a su debido tiempo
[18] “Si los militares se levantan, yo me voy a dormir.” : declaraciones de un “mal republicano” Ministro de la II república.

Maroto se vio obligado a abandonar Granada en 1935 y se instaló en Alicante, donde rápidamente se hizo popular entre los cenetistas de allí, hasta el punto que le enviaron como delegado al Congreso de Zaragoza.
La partida de su columna para el frente de Granada está consignada en la prensa local y su historial está en documentos diversos (depositados en la FAL, en el IIGS, en el Archivo Militar de Ávila).
En cuanto a la animosidad entre malagüeños y granadinos de la CNT, ello es debido a la actuación unilateral de la organización de Málaga, de la que se lamentaba la prensa libertaria granadina (Hombres Libres).

Note de Miguel Amoros, juin 2008