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Les Gimenologues
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Recorrido 4 Isidro Benet
La batalla de Perdiguera, 15 y 16 de octubre de 1936
« Isidro y Mariano en la loma cerca de Perdiguera mayo de 2010. Foto Costán »

El 8 de mayo de 2010 los Gimenólogos se han reunido en Aragón con Isidro, Carmen y Cesar Benet (los tres llegando de Valencia) y con Costán Escuer, su tío Mariano, y Pepe Maestro, vecinos de Perdiguera. Se agregaron a nosotros Ivan Ballabriga, bisnieto de Vicente Valero Labarta de Pina de Ebro, y Victor Pardo de Huesca.

Subiendo desde Perdiguera hacia la sierra de Alcubierre, el grupito ha visitado los sitios por donde pasó Isidro en octubre de 1936. Se han situado màs o menos las posiciones del Grupo Internacional [GI] de la columna Durruti. Todos los presentes participaron, cada uno a su manera, a reconstruir la batalla de Perdiguera y su contexto.

Caminando setenta años después por los mismos senderos del Monte Oscuro, Isidro nos contó sin parar, con sensibilidad extrema y buen humor, algunos momentos de su vida de miliciano.
Los hechos y los sitios han quedado grabados en su cabeza Isidro se localizó perfectamente a lo largo de nuestra progresión hacia la cumbre. Así ha encontrado los lugares por donde había transitado una parte del GI.
Vamos a ver como el recorrido de Isidro difiere a veces del de Antonio Giménez por lo que toca a esta batalla : es que no se encontraban en el mismo sitio durante esta batalla.

« Isidro caminando y charlando en el Monte Oscuro. Fotos Costán »

Continuación de la ofensiva de la columna Urrutia

En nuestro artículo precedente [1] hemos constatado el fracaso de la maniobra nacional para conquistar Osera y Farlete. Pero la ofensiva de la columna Urrutia no había acabado.

Ya hemos evocado también la pérdida del Puerto de Alcubierre y de Leciñena [2] a costa de los milicianos del POUM, pero este croquis realizado por Pedro Barrachina da cuenta más claramente de la maniobra militar de los días 10 y 12 de octubre. Con esto se « abrió una peligrosa brecha en el flanco de las columnas republicanas que operaban en el cerco de Huesca, por lo que de inmediato las unidades màs cercanas realizaron contraataques para recuperar la posición y contener el ataque », comenta Barrachina [3].

« Ataque nacional a Leciñena, 12 de octubre de 1936 Barrachina, 2010, p. 142 »

Intervienen las fuerzas reconstituidas del POUM, varias centurias del PSUC y de la columna Macía-Companys, otra de la columna Ortíz. Los combates fueron muy intensos entre los días 12 y 20 de octubre :
« Para aliviar la presión sobre los combatientes de la sierra, el día 15 de octubre la columna Durruti se dispuso a adelantar sus líneas desde Farlete hacia Monte Oscuro y Perdiguera (p. 146) [4].

Mientras Durruti intenta cortar la carretera de Zaragoza, el Grupo Internacional ataca el 15 de octubre, al anochecer, hacia Perdiguera.

La batalla de Perdiguera : relato de Isidro (octubre de 2009-mayo de 2010)

« El Grupo Internacional entró en Perdiguera aunque creo que algunos aspectos no ocurrieron como lo indica Antoine Giménez. Perdiguera estaba a unos 16 kilómetros de Zaragoza . Salieron mal las cosas, pero valentía no faltaba.
Éramos pues cuatro o cinco jóvenes españoles con el Grupo Internacional que contaba 150-160 milicianos. Estábamos en el Monte Oscuro en un sitio donde se veía de un lado a Perdiguera, y de otro lado a Farlete, con los extranjeros abajo. Dormíamos en chabolas, casitas con piedras, madera o con lo que sea : entrábamos por el agujero como conejos ».

« Vista de Perdiguera desde la posición de Isidro en el Monte Oscuro. Foto Costán »

El ataque del GI

Isidro : « Solíamos bajar por una torrentera hacia Perdiguera, y observar lo que pasaba en el pueblo. Todo el Grupo Internacional sabía el camino por la torrentera. Bajábamos de día Frasquet y yo con mucha cautela y era muy peligroso : una vez llegamos tan cerca que casi nos topamos con una patrulla de los nacionales. Estaba oscuro ya cuando salimos los españoles por el Collado del Maestro ; los otros del Grupo Internacional iban por Farlete. Intervenían sólo los de la Durruti ».

Se ve perfectamente sobre la foto aérea siguiente [5] los recorridos respectivos de los dos grupos del GI : el de Isidro bajando del Monte Oscuro ; el del GI con Berthomieu y Antonio Giménez, desde Farlete, por la cabañera real que pasa a un kilómetro al Este del pueblo y llega hasta la carretera de Farlete.

« Trayectorias de los dos grupos del GI. Foto Costán »

Costán : « Según mi tío Mariano, en el momento del ataque en Perdiguera distribuidos por casas y pajares había tres banderas de la falange, un batallón de carros (pero sin carros) y artillería. Esto nos daría bastante mas de mil hombres, aunque muchos estaban distribuidos por las posiciones que había por todo el término municipal, hacia Leciñena, hacia la Sierra de Alcubierre, hacia Zaragoza y en una línea defensiva que a lo largo de unos dos kilómetros defendía la cabañera por donde se produjo el ataque y que también fue desalojada en el principio de dicho ataque. El centro de operaciones de toda esta zona se encontraba en Perdiguera y desde aquí eran relevados los hombres de las trincheras cada quince días. Por lo tanto es posible que en el pueblo hubiera permanentemente alrededor de quinientas personas. En aquellos momentos, todavía no había en Perdiguera ni moros ni italianos. »

Isidro : « Nosotros, los jóvenes que íbamos de prisa, habíamos llegado antes que los otros y esperábamos cerca de la entrada del pueblo. Al final, llegaron los del GI. Desde una subida de 50 metros, 10 o 12 hombres cada uno con 6 bombas atacaron una trinchera con una ametralladora. Había un chaval de 17 años con nosotros que tenía una voz muy fuerte de cantador, y chillaba : “Grupo 1 : lanzad las bombas ! grupo 2 ! etc.” Los franquistas huyeron ».

Al leer un telegrama militar franquista del 16 de octubre se puede concluir que los soldados que habían dejado la ametralladora fueron fusilados :

« El jefe de la columna Teniente Coronel Gazapo ha mandado fusilar sobre el campo de batalla a 2 brigadas, 5 clases y 15 soldados que abandonaron anoche, sin tener un solo herido las posiciones que defendían Perdiguera por el flanco que ocupó el enemigo y esta noche serán pasados por las armas 10 soldados de caballería y 3 de ametralladoras del 17 que huían y que en su huída habían llegado a Zaragoza y Peñaflor » [6].

« La línea defensiva franquista fue abandonada. Foto Costán »

Añadimos este elemento proporcionado por Costán :
« Cuando llegó el comandante Jerez, preguntó por el comandante de la guarnición de Perdiguera, y estalló en cólera cuando se enteró que dicho comandante y el alcalde se habían ido (habían huido) a instalar a un corral de ganado con casa situado a unos tres kilómetros del pueblo en dirección a San Mateo [como se ve en la foto 5 siguiente]. Aseguró que lo fusilaría, pero no pudo cumplir su palabra, pues una bala le atravesó la cabeza en la calle que hoy se denomina “Tiro de la bola” (es el nombre de un juego popular de Aragón) y que durante el franquismo se llamó “Comandante Jerez”. »

« Trayecto de la huida del comandante y del alcalde de Perdiguera. Foto Costán »

Seguimos con el relato de Isidro :

« Nos apoderamos de la ametralladora, y yo le dí la vuelta para tirar sobre los soldados, pero como no sabía manejarla, no funcionó ; alguien me empujó (amigablemente) y un ratito despues, funcionaba ».

Sin duda se trataba del francés Charles Carpentier que sabía utilizar este armamento, y que cuenta un episodio similar a David Berry en una carta en 1986 [7].

Después suponemos que una parte del GI con Berthomieu y Antoine Giménez entró en el pueblo por un lado, y otra parte del GI con Isidro por otro.

Pepe Maestro : « El grupo con Isidro entró hasta detràs de la iglesia ; desde el nido de la ametralladora corriendo son tres minutos : camino del cementario calle del Comandante Jerez (ahora Tiro de la Bola), posición San José. »

Isidro : « Estábamos en una era donde se hacían tejas. Mis amigos y yo hemos saltado a la trinchera y yo hice una cosa de tonto porque era ingenuo e inexperimentado. Me fui a la derecha de la trinchera y al terminal había un refugio. Encendí para ver y recibí un fuerte empujón : un soldado salió ; le agarré por los correajes que me quedaron en las manos, pero el hombre logró fugarse. Pasó una cosa rara : años despúes esta persona trabajó para mi cuñado y un día me comentó lo sucedido desde su punto de vista, es decir : “Estaba en la trinchera, de repente hubo ataque y sólo pude salir corriendo aunque un enemigo me alcanzó y se quedó con mis correajes ”. Le confesó que ese “enemigo” era el. Este hombre se apellidaba Carrasco y luchó en la División Azul con los alemanes contra los rusos. Fue herido y los alemanes le colocaron la mandíbula inferior metálica. »

« Posición de Isidro y de su grupo cerca de la iglesia de Perdiguera. Foto Costán »

En esta foto aérea de los alrededores de Perdiguera transmitida y comentada por Costán [8], estàn señalados el nido de ametralladora, el pajar donde iran a refugiarse el grupo de Antoine el día siguiente, y la era donde se encuentra el grupo de Isidro, que no podía ver lo que se pasaba al otro lado del pueblo :

« Pues estábamos nosotros en la entrada de Perdiguera, en un terreno como una era ; al final de la era habían una casa y una calle, cerca de la carretera de Zaragoza. 200 metros más lejos escuchábamos los tiros del combate más allá en el pueblo. Veíamos cosas cuando la luz de los disparos nos lo permitía. Ví que murieron muchos del GI como el italiano [9] ; también otro italiano [10] que se había vuelto loco porque avanzaba hacia los soldados lanzando sus ultimas bombas y cayó muerto. El combate se producía practicamente dentro del pueblo. »

Se sabe que la defensa de Perdiguera fue concebida eficazmente días antes en previsión de la ofensiva de octubre. Dejamos la palabra a Mariano, tío de Costàn, vecino de Perdiguera y testigo de la contienda (tenía quince años) :

« Estaba con un vecino fuera de mi casa (vive junto a la iglesia) cuando oímos los disparos del ataque, inmediatamente fuimos a la puerta de la iglesia a buscar la llave para que no pudieran entrar a quemarla, pues ya había ocurrido eso en otras poblaciones. En aquel momento bajaban del campanario los soldados que tenían allí su puesto de vigilancia y huían para no quedar allí aislados y me dijeron que me metiese en mi casa que se iba a liar una muy gorda. »

Costán añade : « Los soldados franquistas se repliegan al pueblo y algunos internacionales llegan a entrar hasta la misma iglesia, donde fueron repelidos, ya que las calles interiores del pueblo se hallaban cortadas con muretes de piedra (barricadas) donde había instaladas ametralladoras y una gran cantidad de efectivos. En la plaza de la iglesia ya quedaron los cadáveres de dos internacionales ».

Isidro : « Quedaron pocos del grupo pero no sé cuantos éramos, tampoco cuantos murieron. La cosa iba muy mal, habían llegado desde Zaragoza moros y regulares y nos tiraban desde los balcones y las ventanas de las casas. Nos superaban en mucho [11].
Hubiéramos debido entrar todos por el mismo sitio ; lo hicimos muy mal, hubo una falta de coordinación. Había un alemán que mandaba (creo porque hablaba medio castellano medio alemán). Hemos retrocedido hacia el Monte Oscuro.
La retirada se hizo de noche para nosotros, otra vez por la torrentera, y empezaba a amanecer [el 16 de octubre] cuando estuvimos en los 500 metros. Han parado de seguirnos, tenían miedo de adelantarse màs y nos dejaron [12] ; llegamos al Monte Oscuro ».

El cronista de la 26 División escribe en 1938 :
« Intentando auxiliar al Grupo Internacional, varias centurias nuestras se acercaron a Perdiguera, pero simultáneamente llegaban de Zaragoza nuevas fuerzas muy superiores en número que imposibilitaron nuestros propósitos ».

Como lo sabemos ya con el relato de Antoine Giménez, el mismo día los demàs del GI no pudieron salir del pueblo y resistieron hasta la muerte, para la mayoría, en los pajares del otro lado del pueblo. Volveremos a hablar de los hombres y mujeres que cayeron, pero ahora con los nuevos testigos que tenemos, vamos a ver como sucedieron los hechos desde el punto de vista de los vecinos.

Costán : « Los internacionales se repliegan y se instalan en los pajares que están al sur del pueblo situados en una cota más alta, donde pasan la noche [del 15]. Cuenta mi tío que esa noche la pasó con su abuelo en la bodega subterránea de la casa por miedo a la batalla. Su padre no estaba ese día en el pueblo, y el resto de la familia (como ocurría en muchas casas del pueblo ) hacía días que por los continuos bombardeos y escaramuzas se habían marchado a vivir a casa de parientes o amigos de otras poblaciones mas alejadas del frente.
Esa mañana [del 16] cuando despertaron, abrieron temerosos una rendija de la puerta para ver quien había por las calles del pueblo, pues no sabían si habría que saludar con el saludo fascista o con el puño en alto. Cuando vieron al primer soldado, comprobaron que era de los nacionales y le preguntaron : “¿Cómo habeis pasado la noche soldado ?” Y el les respondió : “Peor que vosotros, que habreis dormido toda la noche.” Esa mañana de madrugada ya llegaron refuerzos al pueblo. Desde Peñaflor vino el comandante Jerez con una bandera del Tercio y desde Zaragoza en camiones, llegó un tabor de regulares, los tan temidos “moros” [13] . Inmediatamente rodearon a los internacionales que se encontraban parapetados en los pajares y durante toda la mañana se sucedieron feroces tiroteos.
Del transcurso de esa batalla nada sabe por que no se podían acercar, pero aún llegó a ver a dos milicianas con correaje que eran llevadas al puesto de mando. Nada mas sabe de ellas, pero asegura que nunca nadie comento que hubieran muerto delante de los pajares con las tripas abiertas. Está convencido de que las fusilaron.
Dice [el tío Mariano] que el final fue cuando quemaron el pajar con una bomba incendiaria y que los que escaparon por el descampado de los aljibes, fueron tiroteados por los que les rodeaban y ametrallados desde el campanario de la iglesia.
Esto ocurrió al final de la mañana y dice que cuando acabó todo, se acercaron al pajar que había sido incendiado y que con varias personas mas y ayudados de un burro, recogieron cuatro cadáveres de la zona de escorrentía de los aljibes y que los depositaron junto con otro cadáver que había en la era (y con el que dice que a lo largo de su vida ha soñado muchas veces) en una oquedad del terreno próxima al pajar donde antes hubo un horno de yeso. No sabe si depositaron allí mas cadáveres (los del pajar estaban totalmente calcinados y no hubo necesidad de enterrarlos) pero asegura que luego (me imagino que los militares) les echaron cal viva y los cubrieron de tierra [14] ».

Milicianas

Costán todavía : « Pues Mariano que testimonia recuerda haber visto a las dos milicianas detenidas, que eran llevadas andando rodeadas de soldados [ paseadas por el pueblo ] y el cree que las llevaron a interrogar a la comandancia. En las varias ocasiones que ha nombrado este hecho, siempre ha hecho mención a que le parecieron dos mujeres muy hermosas y que llevaban correaje ( me imagino que para llevar pistola ). Lo que ocurrió con ellas, solo son suposiciones suyas, nada sabe de cierto, pero imagina que las volvieron a llevar delante del pajar y que las mataron allí delante, seguramente para demostrar a los ocupantes del pajar que nadie saldría con vida de allí. Asegura que nunca oyó hablar a nadie del hecho de que fueran destripadas ».

Isidro : « No he sabido lo que pasó en los pajares o más adentro de Perdiguera ; lo he leído en el libro [« Del amor, la guerra y la revolución »]. Yo sabía que en el grupo habían mujeres pero no que eran enfermeras. Me han dicho después que habían sido matadas, acuchilladas ».

Comentarios nuestros :
Parece que todo lo que dice Antoine Giménez sea confirmado salvo el hecho de que las dos enfermeras [Mimosa y Augusta] hayan sido destripadas. Quizas después del fusilamiento sus cuerpos fueron arrastrados y echados delante del ùltimo pajar donde quedaban internacionales ; y quizas estaban todavía moribundas, con el cuerpo tan estropeado que los milicianos se creyeron que habían sido destripadas. Los comportamientos de crueldad relativos a las mujeres cogidas por los franquistas (y atribuidos a los regulares moros) estaban presentes en la mente de los milicianos. Los traductores franceses de Ramon Rufat [15] que han discutido mucho con el, nos han dicho que aún lloraba al recordar los cuerpos torturados de mujeres que encontraron en el frente. Por eso Rufat y otros combatientes insistían para que las mujeres no se quedasen a combatir.

Suzanne Hans (o Girbe)

El 16 de mayo de 2009 estábamos con Jean Boyon y su mujer Andrée en Perdiguera. Había venido Jean para cumplir con una promesa a su abuela : ver el sitio donde quizas había muerto su tía, la francesa Suzanne Hans, llamada tambien Suzanne Girbe cuyo apellido se encuentra en la lista de los 37 extranjeros y españoles muertos en Perdiguera, con el de su compañero Louis Recoule. Era la primera vez que familiares de Internacionales venían en este sitio.

Otra vez gracias a Costán, tenemos elementos nuevos :
« He hablado con un testigo directo del fusilamiento de una de las milicianas en Perdiguera. Ha sido toda una casualidad, se trata de un amigo de mi padre de su misma edad -80 años- que en aquel momento tenía siete años ; y así como mi padre no recuerda detalles de ese momento, este amigo llamado Antonio tiene recuerdos muy vivos por la sencilla razón de que estaba todo el día con los militares del pueblo. Resulta que al lado de su casa estaba la ranchería (donde cocinaban) de los soldados, enfrente estaba la de los oficiales y un poco mas abajo el cuartel general. Pues bien, Antonio estaba a todas horas metido en la ranchería para que le dieran cosas de comer - pan, leche condensada galletas, carne, vino (con siete años...) - y allí escuchaba todas las historias que comentaban los soldados.

« Indicaciones de Costán en una foto de Perdiguera en 1957, comunicada por el mismo »

El día del ataque por la noche, estaba en la calle y le dijeron que se metiera en casa que había un ataque de los rojos. De lo ocurrido al otro día me cuenta prácticamente lo mismo que mi tío, la huida del mando de las tropas del pueblo y del alcalde a Valdelapez, el enfado del Comandante Jerez cuando vino con refuerzos y se encontró con la guarnición sin mando, su posterior muerte...
Pero vio una cosa que no pudo ver mi testigo de 15 años. Esa mañana oyo decir que habían detenido a una miliciana en las proximidades del pajar (solo me habla de una) y como vivía en el centro del mando operativo, cuando vio jaleo, se acercó en compañia de otros niños (de los cuales solo viven él y otro que ya no está bien mentalmente hablando) y en un corral próximo a la comandancia, por las rendijas de una puerta grande de madera, vio a esta mujer cuando iba a ser fusilada.
Curiosamente, como también me comentó mi testigo, le llamó la atención el correaje que llevaba (tal vez por que en esos momentos, no era común que las mujeres llevaran armas ni utillaje militar). Al preguntarle si recuerda algún rasgo físico, me dice que llevaba un pañuelo cubriéndole el pelo y que era muy poco morena de piel, también la recuerda como una mujer de complexión fuerte (la percepción de este dato puede estar influido por la vestimenta con el correaje).
Dice que antes de fusilarla, intentaron que cantase el "Cara al sol" y que en ese momento, levantó los dos brazos con el puño cerrado y que gritó ¡Viva el comunismo ! [16] siendo abatida en ese momento.
Le he preguntado por la otra miliciana que vio mi testigo y no sabía nada de ella, tal vez las interrogaron y las mataron por separado. También le he hablado de la posibilidad de que dos mujeres fueran destripadas delante del pajar y me ha dicho que nunca ha oído hablar de tal cosa y que si hubiera sido así, lo habría escuchado a los soldados con los que estaba a todas horas [17]. También le he preguntado que si estaría dispuesto a contaros esta historia si algún día volveis a Perdiguera y me ha dicho que no tendría ningún inconveniente en hacerlo ».

Resulta que nos hemos encontrado con Antonio Cugota y su mujer Ofelia en mayo de 2010 en su casa de Perdiguera. Fuimos acogidos muy calurosamente, y Antonio nos contó :

« Aquella noche [el 15 de octubre] se pasó toda la noche tirando ; esta miliciana estaba cerca del pajar [de Antoine Giménez] con una ametralladora y fue cogida por detràs por los militares. La metieron por aqui en un corral y por la mañana estaban listos para fusilarla contra una pared con tres otros milicianos, vestidos como cazadores. Era una mujer rubia, muy guapa y fuerte. Llevaba correaje. Ella preguntó al capitán que mandaba el pelotón si se podía peinar, y le contestó que si. Después el militar ordonó que se pusieran todos a cantar “cara al sol”. Pues la mujer gritó “viva el comunismo !” y fueron fusilados todos. No sé si la enterraron y donde. Esto no se me va de la cabeza ».

Entonces le enseñamos las dos únicas fotos que teníamos de mujeres alistadas en el Grupo Internacional (y muertas en Perdiguera). Primero la de Mimosa, pues Antonio hablaba de « una rubia » ; pero dijo imediatamente que no era ella.
Entonces la de Suzanne, a pesar de ser morena, y después de un largo silencio, nos dice :
« Tenía una cara redonda, llena, era parecida a esta, es la misma, ya te digo que es ella ! tenía un caracter fuerte ! »…

Antonio aceptó con diligencia que le fotografiemos

« Antonio y Suzanne. Mayo de 2010. Foto Les Giménologues »

Según La Revue Anarchiste, eran cuatro las mujeres que murieron este día en Perdiguera : Mimosa, Augusta y las dos francesas Juliette Baudart y Suzanne Girbe. Las mujeres prisioneras que tenían correaje pueden ser las milicianas Suzanne y Juliette [18] pues Mimosa y Augusta eran enfermeras. Todavía no hemos identificado a la quinta mujer de que habla Carpentier [19] y los telegramas franquistas. Tampoco sabemos quien era la « Marthe » evocada por Antoine Giménez.
Proximamente publicaremos el « Journal de Mimosa » encontrado en los archivos de Amsterdam por Edouard Sill.

A propósito de los tres hombres fusilados con Suzanne, se puede tratar de su compañero Louis Recoule (por cierto no se separaron a partir del momento que integraron el GI), de Louis Berthomieu, o de cualquier miliciano que se encuentra en la lista de los caidos en Perdiguera [20]

Louis Berthomieu

Costán : « [Mariano] no sabe nada de un oficial apresado, y cree que si los internacionales hubieran estado más organizados había muchas posibilidades de que el ataque hubiera sido un éxito »

Ningún de los testigos de Perdiguera sabe algo sobre este oficial francés. Por eso pensamos que quizas no fue matado en Perdiguera este día. Mas aún cuando se lee en este telegrama franquista del 16 de octubre de 1936, 15 horas :
« Columna salió para Perdiguera rechazo enemigo que continua persiguiendo dirección Farlete habiendose recogido màs de sesenta muertos la mayoría extranjeros franceses, rusos y mujeres. Columna mandada al collado de Alcubierre para reforzar posicion ha establecido contacto con el enemigo continuando combate [21] ».

Y sobretodo en este otro del mismo día, 22,20 horas :
« Como ampliación mi télégrama novedades hoy manifiesto que posiciones en collado Alcubierre que hubo que abandonar por fuerte presion numeroso enemigo ; recuperado encontrándose entre Perdiguera y Collado ciento diez muertos enemigos. Se ha cogido prisionero un Oficial francés y se ha fusilado un oficial español que estaba con los rojos ».
Una nota manuscrita añadida el 17-10-1936 dice màs abajo del telegrama :
« Necesitan nombre y fotografía del oficial francés para publicarlo [ la firma es ilegible ] [22] »

De quien se trata ? Que otro oficial francés combatía este día con la columna Durruti ? No sabemos donde eran enviados los oficiales extranjeros prisioneros : a Burgos ? a Valladolid ?Pero se sabe que a veces eran intercambiandos.
Seguimos pues buscando las huellas de Louis Berthomieu tanto en los archivos militares frances como españoles.

Volvemos con el relato de Isidro :

Nos comentó que unos días después, una mañana vieron que los nacionales se habían instalado en una posición a unos 500m de donde ellos estaban. Desde allí, indicaban con una flecha a la aviación dónde estaban las posiciones del GI que debían bombardear. Cuando Isidro se dió cuenta, sacó una bandera española que había cogido en Siétamo y con una flecha hecha con piedras, señaló a las posiciones nacionales, para que asi los aviones no supieran qué hacer.

« En el GI murieron varios españoles (he visto que estaban en la lista de los caídos en Perdiguera [23]). De los españoles nos faltaban dos o tres ; de los demàs no lo supe nunca. No se notaban los que faltaban porque iban los alemanes de un lado ; franceses del otro, italianos tambien. Hicieron el recuento ellos.
No he visto a Berthomieu en Perdiguera.
Al cabo de 15 o 20 días, ya vinieron milicianos para reemplazarnos en el Monte Oscuro y nosotros nos fuimos a descansar en Pina una temporada ».

« Posiciones respectivas del G.I. y de los nacionales después de la batalla de Perdiguera. Foto Costán »

Acabemos sobre las maniobras militares en este rincón de Aragón citando a Pedro Barrachina [24] :

« El día 17 de octubre, se produjo un hecho de importancia transcendantal : llegaron a Zaragoza la segunda y tercera escuadrillas de Heinkel 46 (de tres aviones de bombardeo cada una) (…) y desde León media ecuadrilla de cazas Heinkel 51 alemanes (…). Los nuevos bombardeos y cazas eran muy superiores y su presencia iba a cambiar las tornas en poco tiempo en los cielos aragoneses. (…).
El día 9 de noviembre y con la finalidad de proteger las comunicaciones con Leciñena e impedir nuevas infiltraciones, un Tabor de la Mehal-la de Tetuán con una seccion de zapadores desalojó a los milicianos de la columna Durruti de las posiciones que ocupaban en Monte Calvario y ermita de Santa Cruz en la zona de Perdiguera ».

« Isidro en Perdiguera, mayo de 2010. Foto Ivan »

Antes de la despedida, nuestro amigo Isidro se dejó imortalizar por Ivan, con la gorra roja y negra

Los Gimenólogos, 30 de septiembre de 2010


Anexos

« LISTE DES [37] TUÉS À PERDIGUERA LE 16 OCTOBRE 1936 »

[Revue, corrigée et augmentée par les giménologues en septembre 2010 à partir du document FAI PE Paquete 50/Caja 521 de L’IIHS d’Amsterdam]

Jean Garcia
Pedro Martinez
Lorenzo Benzo
Francisco Lopez Gloire
Francisco Gil
Charles Spohu [ou Sphou]
Julio Zorita Perez
Yves Vitrac
Roger Baudard
Bernard [ou Pedro] Meller
Jean Delalain
Suzanne Girbe [= Suzanne Hans]
Louis Recoules [= Louis Recoule]
André Lesaffre
René Galissot
Jean Albertini
Emile Boff
Manuel Hernandez
Santos Tans
Jean Ferret
Juliette Baudart
Jean Trontin
Louis Berthomieu
Augusta Marx
Jean Giralt
Simon Lacalle
Alexandre Starandonzy
Teodor Barrado
Eugenio Ruiz
Georges Chaffangeon
Carlos Conte [= Carlo Conti, l’ami italien de Durruti exfiltré de Saragosse par Isidro Benet ?]
Estanislas Criballes
Manuel Aracil
Jose Segura
Rémy Boudou [pas mort en réalité]
Georgette Kokoczynski [son époux est peut-être Michel Kokoczynski, socialiste français, un moment réfugié à Marseille pendant la guerre puis à Oran [25].
Le “Journal de Mimosa” a été retrouvé à l’IISG]
Pedro Fernandez

Sur un autre document griffonné et peu lisible on peut lire :

« Gimenez délégué ler gr(oupe ?). témoin est resté presque jusqu’au dernier moment.
Scolari (dernier camarade avec Georgette) ».

Dans la liste de David Berry, on trouve les noms de quinze Français tués à Perdiguera : les trois qu’il signale en plus de la présente liste sont :

Bérard Mario, Bergé Raymond [tombé peut-être le 21-11-36], et Delaruelle Henri.

Sur une autre « Liste des morts aux combats de Perdiguerras [sic] (…) le 11-10-36 » [IISG, FAI, PE 15] on trouve en plus le nom de

Gabaloff

Nous ajoutons pour notre part :

Pietro Ranieri, tombé à Perdiguera le 16 octobre 1936, selon le Dizionario Biografico Anarchici Italiani, BFS, Pisa 2004.